O no, porque puede que para entonces yo ya esté sonriendo, puede que ya no necesite tus susurros acompasados en mi oreja derecha cada noche, tu mano sosteniendo mi cintura por simple placer o tu sonrisa ladeada al despertar.
Puede que sea el tráfico interestatal cantando su familiar canción de cuna lo que me despierte cada mañana, puede que sienta un rastro de frío en mi espalda sustituyendo la calidez que aportabas, o que lo primero que vean mis ojos sea la persiana de mi ventana dando paso a la luz del nuevo día y no el pozo negro de tus pupilas.
Pero puede también, que ya no te necesite para sonreír, y puede que sea esa realidad la que me haga esbozar una risa cada mañana.
Sonrío sin ti. ¿Y tú? ¿Sonríes sin mi?
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¡Hola! Siento bastante haber tardado tanto en actualizar, pero estos días he estado bastante ocupada con trabajos de la universidad y no tenía demasiada inspiración.
Lo que habéis leído es algo muy pequeñito que ha salido de mi esta misma mañana, y lo que pretendo transmitir a través de ello es que todo se supera, que hay días grises pero siempre llegarán días soleados, días en los que no te apetecerá reír y días en los que no podrás parar de hacerlo. Al final siempre llega la calma.
Eso es todo. ¡Feliz fin de semana!
Me ha encantado este relato, la verdad. Transmites muy bien esa sensación y ¡así me gusta! Porque todo se supera y la vida no siempre será gris.
ResponderEliminar¡Un besín!
¡Hola guapa!
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado. Y sí, eso era precisamente lo que quería transmitir, todo lo malo acaba.
Un besito!
Me ha enacantado <3 También me ha gustado mucho el mensaje que quieres transmitir. Un besito!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado guapa!
EliminarUn besito